Sabemos que la base de la investigación está en encontrar aquellos grandes hallazgos que nos den esa “luz” que tanto están buscando las marcas para poder realizar acciones y estrategias que los lleven a posicionarse de una mejor manera con sus usuarios o consumidores.
Si bien esta búsqueda generalmente es exitosa y logramos encontrar los famosos insights que nos llevan a creer que conocemos un poco ese lado desconocido de su comportamiento y su forma de elegir, comprar o de decidir que marca o producto son los que van a entrar en su vida o en su hogar, no siempre suele ser la información correcta o no sabemos bien a ciencia cierta cómo utilizar esa información.
Hace ya algunos años, las agencias de investigación y las marcas se comenzaron a dar cuenta que el insight por si solo ya no aportaba valor y que debería ser entendido de una mejor manera, es decir, ver qué hay de fondo y que es lo que está girando en torno a nuestro consumidor, para así poder hacer un mejor uso de ese valioso insight.
Para ser sinceros hasta la fecha y aunque parezca sorprendente, muchas empresas o marcas siguen utilizando la información que obtienen de una manera errónea, sin interpretación alguna o porque simplemente les parece una buena idea y es entonces cuando vemos casos y grades “fails” como los de Pepsi con su último anuncio, tratando de “montarse” a una tendencia emergente y queriendo quedar como el gran “héroe” cuando sabemos que actualmente lo último que debe ser una marca o producto es precisamente un “héroe”.
De ahí partimos entonces para darnos cuenta que el insight por si solo ya no es suficiente y que el problema no está en las técnicas de investigación o en la manera de hacer análisis, sino en la manera en que nos estamos adaptando al nuevo comportamiento de consumo, el creer que conocemos y sabemos cómo son las generaciones solo porque estudiamos a los Millennials o porque hemos hecho muchos proyectos con Generación X.
Si realmente queremos obtener información valiosa que ayude a generar estrategias innovadoras y disruptivas para las marcas en beneficio de los consumidores, debemos ir más allá de solo encontrar insights y comenzar a darnos cuenta de los cambios en el comportamiento de compra, que ya no se pueden entender tan fácil los cómos y los porqués, que hay que explorar y analizar los contextos de donde parte esa información, sus influenciadores pero sobre todo los signos, símbolos y significados que lo envuelven, que ya no existe una fidelidad pura a una marca, que ya solo existe lealtad y que no nos podemos aferrar a generar productos o servicios creyendo que vamos a ser los unicos y máximos dominadores de una categoría, que ya existen momentos de consumo variables e inestables en donde pueden convivir varias marcas, que el consumidor y las generaciones que vienen como los Z y seguramente los Alphas, ya decidirán incluso por elementos y atributos que aun ni siquiera tenemos en nuestro radar.
Así que demos un mejor uso a esos valiosos insights y no los utilicemos como “la última gran palabra” o de manera literal, entendamos mejor los contextos y aportemos con análisis más de fondo para generar estrategias más efectivas y puntuales.
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