Cada cierto tiempo llega a mi vista alguna frase como estas:
Estoy dejando fluir
Estoy fluyendo con mi vida
Dejo que todo pase y esperaré pacientemente que todo fluirá
¿Qué tan ciertas son estas frases?
¿Funcionan en realidad?
¿O quizás son un consuelo para los momentos en que nos cansamos de empujar o simplemente cuando no queremos esforzarnos un poco más?
Hace algunos años atrás tuve la oportunidad de entrevistar a Shirim Ebadi, mujer iraní, Premio Nobel de la Paz y no recuerdo haber escuchado decir que estaba “fluyendo con la vida” al luchar por los derechos de las mujeres y niñas en su país. De hecho, ni de Shirim ni de otras mujeres y hombres extraordinarios del mundo con los que he conversado escuché alguna de éstas frases.
Creo que fueron otras las frases que predominaron:
Logré esto gracias a que contaba con un propósito que me impulsaba Hicimos nuestro mayor esfuerzo para lograr nuestra meta
Trabajé muy duro para lograr…
Creo que la magia, los logros, las victorias se alcanzan luego de dar nuestro mayor esfuerzo, luego de poner cabeza, intención, emociones, energía y determinación. Es nuestro movimiento lo que hace la diferencia. No estoy segura de que el mantra “dejaré que las cosas fluyan” sea muy poderoso para alcanzar lo que queremos este 2022.
Un contrapunto en esta perspectiva es algo que le comentaba a una amiga hace algunos días… y es que, aún haciendo nuestro mayor esfuerzo, hay situaciones que estarán fuera de nuestro control y es posible que tengamos que cambiar de rumbo porque haya algo inesperado, o bien porque tuvimos que virar en “u” o simplemente porque el contexto cambió.
Sin embargo, mantenernos en movimiento, empujar en positivo, dar los pasos, por muy cortos, pequeños o sutiles que éstos sean nos llevarán a un mejor lugar y a descubrir y celebrar nuestro potencial.
Habiendo vivido ya los primeros días de este nuevo año, y habiéndonos dado cuenta que seguimos siendo los mismos luego de los abrazos de las 12, llega la invitación de la vida a tomar resoluciones y decisiones.
Vamos.
Muévete.
