Las PR crecieron aceleradamente y supieron adaptarse y reinventarse frente al cambio que implicó el desplazamiento de una estructura donde los medios de comunicación eran el único canal para entrar en contacto con la audiencia, a otra en la que los influencers en redes sociales se convirtieron en protagonistas ya que a través de ellos, los mensajes y contenidos llegan a un target específico y mucho más segmentado.
En esta nueva lógica agencias de PR y marcas apuntaron su radar ahí, entendiendo que podía hacerse publicidad de manera más segmentada, más efectiva y menos costoso que un anuncio en TV o cualquier otro medio de comunicación tradicional.
Algo especialmente necesario si tomamos en cuenta que, cada vez más, cuando aparece la publicidad en la TV los usuarios aprovechan para hacer otra cosa o directamente zapping, en cambio, a estos formatos los consumidores no solo los miran, sino que además buscan a los influencers para seguir sus recomendaciones.
La diferencia radica en la confianza del P2P, porque no importa cuanto digan los medios o las marcas, el común de los usuarios cree más en la voz de un otro, aún sabiendo que es un completo desconocido detrás de la red.
¿Qué aporta a las PR generar acciones a través de influencers en comparación con la televisión, la radio o los medios impresos? Algo clave: lo hacen de una forma más orgánica porque lo incluyen en sus contenidos y cuando los usuarios lo ven no resulta forzado y, por lo tanto, el alcance y la penetración y del mensaje es mucho más alto.
En este contexto es innegable que el consumo, centrado en las pantallas, ahora es más visual y menos informacional, lo que impone nuevas lógicas que se apoyan en la disputa por la atención, cada vez más escasa, que los consumidores le dan a los contenidos en sus distintos formatos, ganando protagonismo acciones de PR ligadas más al storytelling y el snack content que encajan perfecto de la mano de los influencers.
A través de los influencers, las relaciones públicas están logrando algo que en los formatos tradicionales de comunicación era una limitación, y es que este tipo de acciones permiten “trasladar” la fiabilidad de la persona a la marca o producto.
Sin embargo, como profesionales de las relaciones públicas no debemos olvidar que lo importante no es solo parecer sino serlo, sobre todo si el objetivo es iniciar una relación duradera con la audiencia.
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