Hace unas semanas me llego el último informe presentado por MWCapital, Accenture Strategy y Oxford Economics “Oportunidad de la Economía Digital en España: Cómo la digitalización puede acelerar la economía española”, donde se analiza el estado, impacto y proyecciones de la economía digital en España. Importante destacar en este informe la estimación de su incidencia en la economía española: aumento del PIB del 3.6% en 2021.
Como en cualquier previsión económica, los pronósticos no siempre se cumplen. Sin embargo, está demostrado que la transformación digital de las organizaciones tiene un impacto claramente positivo en el crecimiento y sostenibilidad de la economía productiva de cualquier país o región. Este dato corrobora las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) que ya prevé 1.7% de impacto en España.
La transformación digital de las empresas española – a pesar de que casi un millón de PYMEs, no usan todavía Internet – tendrá una incidencia significativa a corto y medio plazo en la economía. Según los responsables del citado estudio, el incremento podría ser incluso superior al 3.6% si las inversiones respondieran a las previsiones más optimistas.
Tomando como referencia este informe, invito al lector a que se cuestione el impacto que puede producir la transformación digital en la economía de Latinoamérica aprovechando las innumerables iniciativas publico – privadas que se están desarrollando en diferentes industrias “core” desde Centroamérica hasta la region andina.
Me consta que hay estudios promovidos y financiados por el BID, CAF, WEF, FIM, OCDE, Universidades, Consultoras, etc. Pero todos los estudios que he podido acceder tienen un denominador en común: “Entre el 60% y 80% de los directivos y ejecutivos encuestados confiesan que no tiene un plan de transformación digital en su empresa”.
Existe un gran déficit de talento digital y la incorporación de nativos digitales en puestos estratégicos y tomadores de decisión, los niveles todavía están muy bajos. Eso no quita para que se tenga en cuenta la siguiente premisa: los nuevos modelos de negocio están basados en la transformación digital y en la reducción de costos operacionales que esos cambios llevan consigo, dentro de un contexto cada vez más competitivo, inestable y globalizado.
Las verdaderas palancas que cualquier economía debe afrontar entendiendo el proceso de transformación digital son:
Talento digital: Mide el grado de digitalización de la ocupación, así como las habilidades y el conocimiento necesario para llevar a cabo trabajos específicos.
Tecnologías digitales: Hace referencia a los activos de producción disponibles para hacer frente a los procesos de transformación digital (hardware, software y el equipamiento de telecomunicaciones).
Aceleradores digitales: Mide el comportamiento de una serie de factores del entorno que contribuyen al desarrollo de la economía digital, tales como el contexto, el ecosistema, la cultura, el marco regulatorio o la demanda por generaciones.
Volviendo al estudio de Accenture Strategy y Oxford Economics, el análisis de estas tres dimensiones posiciona las economías de Estados Unidos y Reino Unido como líderes digitales a nivel mundial. Mi propuesta seria a las entidades gubernamentales y organismos público – privados que impulsan la competitividad, la innovación y crecimiento económico, qué planes y programas integrales tienen previstos desarrollar para apoyar y acelerar la transformación digital e Innovación Empresarial de PYMEs, Emprendedores y Colectivos (Asociaciones, Colegios, Cooperativas, Comunidades, etc.) en todo el país.
Los analistas y expertos sesudos en la materia coinciden que el Talento Digital es el foco de actuaciones para combatir el deficit y desconexión entre los programas curriculares de la Universidad y la realidad del mercado en cuanto a empleabilidad digital. Todos somos conscientes que la oferta actual no satisface la demanda imparable en habilidades y competencias digitales.
Desde la perspectiva de las tecnologías digitales, la falta de estrategia digital, así como la incertidumbre sobre la rentabilidad de tecnologías emergentes, la complejidad operativa y organizacional de la empresa latinoamericana están restringiendo la transformación digital. Además, la inversión en innovación y la capacidad de transferencia tecnológica desde centros universitarios y laboratorios de innovación al mercado es inferior a la de otras economías, tanto en EEUU, Europa y Asia.
En cuanto a los factores del entorno, marco regulatorio y políticas de acceso a financiamiento, son factores que han contribuido a frenar la digitalización de la empresa latinoamericana respecto a mercados fuertemente apalancados en ecosistemas de innovación y emprendimiento digital.
Toda Latinoamérica se encuentra ante una gran oportunidad para alcanzar un crecimiento de su economía, que pasa por la definición de estrategias de transformación digital, innovación y emprendimiento (Accelerators, Intrapreneurship, Angel Networks, Company Builders, Early / Late Stage VC, etc.) con apoyo de una red / ecosistema de expertos Asesores – Mentores digitales y articulación integral via Oficinas de transformación digital dirigidos a PYMEs, Emprendedores y Colectivos, que constituyen la base productiva de la economía latinoamericana.
Tanto el asesoramiento especializado como las oficinas de transformación digital persiguen fortalecer el ecosistema de soporte a las PYMEs y Emprendedores en el ámbito digital. Para ello, se hace imprescindible ofrecer servicios de difusión, acciones de sensibilización y dinamización en los procesos de transformación digital y servicios de apoyo sobre diseño, implementación, gestión y análisis de impacto y crecimiento.
A todos los exceptivos y conformistas que defienden aquello de: “Esto siempre lo hemos hecho de esta manera y nos ha ido muy bien”. Les diría que para el 2018 y venideros el contexto socio – politico – económico – financiero no apunta a un entorno lleno de certidumbre y estabilidad, sino más bien lo contrario y cualquier líder debe sentirse cómodo en el escenario VUCA: Volatilidad, Incertidumbre (Uncertainty), Complejidad, Ambigüedad.
Por último, mi recomendación para pasar a la acción pasaría por una apuesta firme con políticas fiscales de incentivación, la adecuación de la regulación para disminuir o eliminar barreras de acceso a la tecnología y telecomunicaciones, incrementar la seguridad, protección y gobernanza de datos, la adecuación y actualización de los currículos académicos e infraestructuras, así como la creación, impulso y financiamiento de centros y aceleradoras de transformación digital e innovación para lograr un incremento del PIB transversal, sostenible y escalable en cualquier ecosistema empresarial.
¡Carpe diem!
Rafael Igual | @rafaigual
Founder & CEO – SocialBizFactory, Inc.
Consultor Estratégico en Transformación Digital, Innovación Lean y Negocios Digitales
Profesor en Universidades / Escuelas de Negocio de Latinoamérica y España
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