Ser muy bueno en lo que haces es sumamente importante. Sin embargo, eso no te transforma en un referente en tu sector.
Las personas que se destacan de verdad van más allá de un desempeño extraordinario: saben adelantarse a las tendencias, son observados como amplios conocedores en su materia, y fuente de consulta permanente.
Cuando te transformas en un referente el mercado comienza a considerarte en un grado superior de excelencia profesional, estarás más requerido para participar con tu experiencia y conocimientos, e irás ganando mayores y mejores espacios de participación a través de tu ser y hacer en el mundo. Hay un modo de hacer, transmitir, comunicar, conectar tus ideas con la acción, que te distingue por sobre los colegas.
Asociada muchas veces con el halo de la fama, el ser un referente más bien está determinado por el prestigio y la reputación.
Y es justamente eso lo que le encanta al mercado en el que te desenvuelves. A partir de estos rasgos, puedes proyectar mejor tu labor.
Algunos ejemplos:
– Richard Branson (Virgin): innovación y espíritu empresarial
– Martin Luther King: referente como líder pacifista
– Bill Gates, Steve Jobs, Mark Zuckerberg: tecnología
– Jack Ma (Alibaba.com): e-commerce, negocios en línea
– Warren Buffet: finanzas
Seguro que tu sigues a algunos referentes en tu actividad. Habrás percibido que muchos de ellos han convertido su nombre y apellido en una marca registrada como sinónimo de excelencia, calidad, anticipo de tendencias y reputación. Por citar algunos, un rockstar anhela llegar a producir obras de impacto como lo hace Mick Jagger; un basquetbolista, como Michael Jordan; o un escritor, como Jorge Luis Borges.
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Los 13 pasos para ser un referente
Si anhelas transformarte en un referente en tu actividad, puedes considerar esta guía práctica:
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Dedícate a aquello en lo que eres extraordinario. No eres sobresaliente en todo; sostén tu visión interna alineada con tu hacer en el mundo en aquello en lo que eres realmente bueno, y expándelo tanto como sepas y puedas. Aprovecha las oportunidades.
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Mantén el foco. Debes sostener el enfoque en lo principal, lo que te llevará a decir que “no” muchas veces a centenares de propuestas que no estén alineadas.
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Promueve tu marca personal. Todos los referentes cimentan su desempeño creando un estilo que los define, y volcándolo a un ecosistema de comunicación, relaciones públicas, contenidos e imagen que se proyecta como consecuencia de sus acciones congruentes.
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Comparte conocimiento desinteresadamente. Establece redes de contacto para tener mayores oportunidades de enseñar lo que sabes, dejando un legado a la humanidad.
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Ten mucha paciencia. No hay un plazo para convertirte en referente. Puede tomarte casi toda la vida.
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Fórmate tanto como puedas. Es clave que sigas actualizado y estudiando aquellas disciplinas que te ayuden a mejorar cada día.
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Diferénciate de tu competencia. Si no hay diferencia entre tu y otros, no hay forma en que te conviertas en un referente. Debes tener tu sello personal distinguible a simple vista en todo lo que haces.
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Integridad. Debes coherente entre lo que piensas, dices y haces, tanto en tu vida profesional como personal.
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Viralización de tu obra. Los referentes utilizan todos los recursos disponibles para multiplicar su obra y tu talento. Llegan mucho antes que los demás, por eso se distinguen y son especialmente respetados y considerados como innovadores natos.
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Crea valor permanentemente. Añadir valor es estratégico para cualquier referente, porque gente buena hay a montones. Lo difícil es distinguirse y encontrar el espacio apropiado.
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Anticípate a los cambios del mundo. Genera una corriente de conocimiento a partir de tu experiencia, para guiar a otros en los cambios acelerados que vive el mundo.
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Despliega tu don. Publica tus libros; brinda conferencias; entrena a otros; acompaña a los más jóvenes; participa como voluntario en acciones solidarias; entrega conocimiento a los más vulnerables; transmite tu experiencia de todas las formas posibles. Mantente en movimiento y sostenlo a lo largo de los años, permanentemente.
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Mantente humilde. Por más millonario que seas, una característica de los referentes que trascienden a la historia es su rasgo de humanidad.
Con estos pasos sostenidos a lo largo de tu vida, irás conquistando paulatinamente el camino para transformarte en un punto de referencia en tu sector, y, desde allí, hacia el mundo. El límite es el que tú mismo te has impuesto.
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