El mundo laboral ha cambiado 360 grados, desde lo que consume, lo que le atrae, hasta el sitio de trabajo en el que se encuentra. Cada vez se habla más de emprendimiento y una ola de personas que quieren sumarse a ello. La pregunta es: ¿hay espacio para que tantas personas quieran ser emprendedores, montar startups y arrancar desde cero?
Según la firma Deloitte para el 2025, la tan nombrada generación milleniall representará el 75% de la fuerza laboral en el mundo. Este grueso que pronto se encontrará sumando más espacios laborales a nivel global, e incluso a niveles directivos, tiene características muy particulares y una de ellas es la necesidad para valoren su participación, colaboración y ganas de trabajar en equipo.
Esto no es tarea fácil y aunque algunas empresas lo han entendido (particularmente en Europa y Estados Unidos), esa no es la realidad de Latinoamérica y Caribe, donde 9 de cada 10 de personas renuncia a una empresa bajo el argumento de “quiero emprender”. Podemos preguntarnos: ¿emprender en qué? ¿tienes las habilidades para emprender? ¿cuentas con recursos para hacerlo? ¿tu idea de negocio es realmente potente como para lograr un gran impacto?
En un artículo de Business Insider, basado en un estudio realizado por Harvard Business School, se habla de un 90% de emprendedores que no llegan a buen puerto. Esto se traduce en un 90% de población que renuncia a sus trabajos para emprender y no logra sus objetivos. Sin duda esta tendencia hay que revertirla, y es parte de lo que he escrito en mi Manifiesto de un Emprendedor Corporativo.
El planteamiento recae en que necesitamos entender que en el mundo debemos coexistir todos (los emprendedores, empresarios y los emprendedores corporativos). Para esto las empresas deben cambiar su mindset, entender que el mundo es otro y que deben abrirse a las nuevas ideas de sus propios colaboradores, las cuales suelen resultar fascinantes.
Para hacer sostenible el negocio de cualquier empresa, pensar en cómo conectarse con tus colaboradores, es entender que buscan más allá de beneficios o mejores sueldos, que los escuchen activamente y les permitan aportar sus ideas en la creación y desarrollo de productos, sentirse parte de la marca/empresa.
Tengo la oportunidad de ser una Emprendedora Corporativa dentro de la firma Pizzolante, donde sin duda la apertura a la innovación y creación, es fundamental. Gracias a ello tuve la fortuna de desarrollar mi Manifiesto y una metodología de trabajo que permite que empresas puedan sumarse a esta ola, aumentar su productividad, su rentabilidad, pero en especial potencie mejores y más atractivos lugares para trabajar. Esta historia apenas comienza ¡hagamos de esta tendencia hago real!
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