Palimpsesto me dijo.
¿Palim qué? Le pregunté…
Palimpsesto me repitió nuevamente, cuando me explicaba la historia de su nueva obra de arte: un grabado sobre metal que retrataba la ciudad de árboles, parques y pequeños tranques que quedaban encriptados bajo la ciudad donde había nacido y que hoy se erigía sobre cemento.
Palimpsesto en su definición es un manuscrito que conserva huellas de una escritura anterior en la misma superficie. Las huellas permanecen, sin embargo, están insinuadas y es necesario volver a mirarlas en el mapa o el territorio para encontrarlas.
Este concepto da cuenta de algo que fue, que tuvo una dinámica, una historia y que hoy, tiene una nueva cara, una nueva identidad.
La conversación en torno a esta idea me hizo pensar en eso que está algo oculto por las toneladas de cemento, cables, tecnología e información que hoy cubren las ventas.
¿Qué contiene el palimpsesto de las ventas? ¿Qué ha quedado impreso más allá de todo lo que se erige sobre ellas?¿Qué descubrimos cuando volvemos a mirar?
Luego de tanto ruido hay una huella que permanece presente y es el poder de una conversación.
No hay “pitch de ventas”, tampoco CRM ni discurso perfectamente memorizado que le gane al impacto de una conversación inteligente.
Es esa capacidad para conectar genuinamente con un otro, la que activa todo tipo de neurotransmisores virtuosos, la que invita a seguir conversando, no motivado por la manipulación artificial de un software ni de un script de ventas, sino que por sentir que la persona o marca de en frente está genuinamente interesada en tu progreso y crecimiento.
Es aquella conversación la que provoca la construcción de un escenario mejor que el que traían las partes al comienzo y que multiplica los beneficios. Menos negociación “dura”, menos “ganarle la partida al cliente” y más construcción de un espacio mejor para ambos en base a la confianza mutua.
Esa huella es invariable. Este código impreso en el palimpsesto de las ventas es el que no se borra ni se reemplaza por inteligencia artificial (aunque ésta última sí puede alumbrar y clarificar el proceso de la conversación), este códice que está vivo pero que muchos obvian o aún desconocen y que hoy está re-naciendo.
Bienvenida conversación inteligente, conversación que impacta y que cierra negocios.
Gracias Gonzalo Montalva, mi hermano artista por el regalo de esta reflexión, en el día de tu cumpleaños.